.........................................................

martes, febrero 17, 2009

MARIANO EXPRESS
























Foto Clara Aguayo

Cuando en Verónica, extrañamente, se caen los objetos solos. Kike y yo decimos al unísono: Tranquilo Mariano que ya arranchamos Cabaña, o nos ponemos a un porteo, o a fregar: Relaja Grande.Kike despidió al Guarda en su postrera ascensión al Tesorero.Yo, fui incapaz.Esta actividad es nuestro homenaje a este personaje singular. Ni es extrema, ni lo pretende. Es honrada como lo era él. Recorre las cumbres que amó y vigiló discretamente, ojo avizor, a lo largo de un cuarto de siglo.




....Dibujo Jesús Ayuso

.............................................Placa en su recuerdo


La jornada de 20 de septiembre, tras haber hecho noche en Cabaña Ventisca nos dirigimos a la base del Espolón de los Franceses comenzando la ascensión de la gran clásica a las nueve de la mañana de un día maravilloso.



Con tranquilidad fuimos desgranando largo a largo los tramos amigos de monsieur Trouve, conversando sobre aquellos fantásticos pirineístas que comandaba Louis Adoubert, amante singular de los que llamaba Pirineos Cantábricos



No corría una brizna de aire, eso, nos permitía no solo estar de cháchara, sino escuchar las conversaciones que desde la pista ascendían nítidas hasta nosotros. También, a la escandalosa cuba que portea el agua hasta el Cable.


La última mirada que Mariano tiraba al macizo antes de acostarse, era siempre a la cumbre de Peña Vieja, en busca de alguna cordada retrasada en el Espolón y no pocas veces ascendió de noche a pertrechar y ayudar a los compañeros componentes de las mismas.



Sería interminable relatar las veces que este hombre se pasó noches en blanco pendiente de sus semejantes...



Y seguro, que el paso de los años agrandará su figura. Nada más justo.



Así, entre recuerdos y trepadas ganamos la cresta y la cumbre del sub macizo de Peña Vieja.




En breves minutos pisamos Coteras Rojas...




...El regalo de jornada inolvidable iba tomando cuerpo. Peña Santa se unía a la fiesta.



Cumbre de Santa Ana Occidental.




En busca de los Horcados Rojos por territorio comanche


Un vistazo al hogar.


Cumbre de Horcados Rojos.


En el collado, Jose, el nuevo guarda, nos dejó un par de coca colas y un paquete de trujos. Aquí le tenéis en la cresta del Madejuno con la magnífica Torre del Friero al fondo y conste en acta que el Trujasducadil es para mí.




Y así. de esta manera, alcanzamos el Tesorero, la gran frontera. Una manada de rebecos guardaban su cumbre poco antes de nuestra llegada.La verdad es que fue emocionante...




... La Montaña con mayúsculas: Le das el adiós a un amigo y te regala otro...impagable...




¡GRANDE MARIANO! ¡Descansa en paz y échanos un cabo de vez en cuando!














..........................................Alfredo Íñiguez 2008





Etiquetas: ,

PEPE EL CANTU








Hace cien años en los montes de Laviana unos cazadores dejaron su pueblecito al alba con sus escopetas de avancarga al hombro. Capitaneaba la expedición Pepe el Cantu: el mejor cazador de chigre desde Maricastaña. Desgarbado, con unas manos desproporcionadas que eran zarpas incluso para un paisano de aquellos, se hacía acompañar de una especie de lugarteniente fiel: Ginio el de Josefa, cuyo cometido fundamental era corroborar, asintiendo hierático, cada capítulo de los inverosímiles relatos de su amigo. Pero una historia que trascendió hasta mí hace unos días, rebasa creo, todas las aventuras de estos míticos personajes de la falda de Peña Mea. Cual si fuera el remate a su carrera la contaron ya ancianos y, como siempre, en la cantina de la tienda de la aldea cuyo nombre me reservo a lo manco: Salieron monte arriba una madrugada los dos héroes en busca de un jabalí gigantesco, un leviatán, un monstruo temible surgido de la noche de los tiempos que había destrozado en una noche la huerta entera de Pepe, dejando las marcas paralelas y desafiantes de sus colmillos en el cuarterón de la Quintana. Los jirones de la encaimada parecían querer esconder a la diabólica criatura cuando los dos aguerridos valientes decidieron cargar sus armas. Para su desesperación, comprobaron que habían perdido la bolsa con los perdigones. En un alarde de ingenio el gran Pepe el Cantu se dirigió a un cerezal y dijo enérgico: ¡A comer Higinio! Retacaron la pólvora e introdujeron por el cañón de las escopetas las pepitas de las devoradas cerezas. En ese instante, apareció de entre la baraña la infame criatura y abrieron fuego. El animal resultó herido y se puso en fuga. A pesar de rastrear el monte toda la jornada y la siguiente, nunca pudieron dar con él.


El casu ye quee - Rezó el Cantu muchos años después en el chigre de la aldea, mientras Ginio afirmaba con la cabeza sin mover un músculo del pergamino de su cara- el otro día, debajo del monte La Peral, di con un cerezo que crecía desde el mismísimo centro de la osamenta de un jabalí… Mirad: ¡De un tamaño como nunca se vio en el valle!... ¡Ni en Asturias entera!


................................Alfredo Íñiguez 2008

Etiquetas: ,

EL GRIAL


La primera vez que subí a “La Santa Peña” de Udaondo fui objeto del tratamiento adecuado. En Vegarredonda, mis maestros, se encargaron de reforzar mi mochila con unos kilillos de más: En caliza carbonífera.Uno, que era un absoluto indocumentado, ni se enteró. La cuestión no era que la mochila masara más, algo obvio, sino que el aumento de peso fue asumido como si de cansancio o incompetencia se tratara, al menos por parte de aquel chaval de quince años. Cuando… en el viejo vivac deshice el macuto, cuadraron varias cosas que me habían preocupado camino de las Barrastrosas arriba, comentarios… sonrisillas varias y a destiempo. Desde el punto de vista del pardillo, o sea, yo, claro. No quisiera apostar, serían seguramente seis o siete quilos de puro Terciario. A la mañana siguiente me maltrataron por el Espolón Norte abriendo una variante que desconocéis-no está transcrita -guiado por la misma panda de hijos de la gran chingada que me habían puesto a prueba el día anterior.Aquellos días aprendí lo que debía:
"La montaña es dura, pero hay que organizarse"



.........................................Vicente Simón.

Y no hubo más.Pasaron los años. Caminos maravillosos fueron convertidos en mierda. Literal. Me da igual. El Grial está en Picos , mientras Udaondo sea recompensado con la muerte más noble a la que un piquista pueda aspirar o se respire bajo los Horcados Rojos la ausencia de Mariano ,crece la Leyenda artúrica. Nuestros Picos se hacen mayores.Grandes, ya lo son.Solo hay una manera de que la montaña te acepte, ponerte a sus pies, en Picos: casi mejor arrastrarse como Lancelot du Lac a lo largo de la ignominia de la vida y sus pasiones o el valle de lágrimas de las monjitas.Justificar ante bomberos de Asturias que uno se ha perdido en los Arrudos en base a una hipotética avería en la brújula, raya el camarote de los hermanos Marx:

"Casi me ahogué en la piscina de mi pueblo, perdí el control sobre la navegación de altura. Me falló el G.P.S."

Decía en L.N.E. Juan Figaredo, médico rescatador con más de veinte años de experiencia al llombu cuando se le pregunta si las gentes pecan de imprudencia:

"-Sí, pero buena parte de culpa la tenemos nosotros, quiero decir, la propia propaganda oficial, aunque esto ocurre en todas partes. Se ofrece la posibilidad de maravillosas aventuras y vienen personas que no están preparadas para vivirlas. Creen que todo es muy fácil y ni siquiera se calzan adecuadamente…”

Un filósofo, un tal Lipovetsky afirmó inmutable el siglo pasado: "El siglo XXI será ético o no lo será"

La ética simplemente reflexiona sobre la moral, aclara en que consiste, fundamenta el porqué-de ahí y en el caso de nuestro deporte, la importancia de su conocimiento histórico- y procura aplicar y orientar nuestras acciones. Por supuesto, existe el relativismo moral, básicamente; cultural, etnocentrista y por supuesto, contextualista y si hacemos caso a Protágoras muy en boga en nuestros días y así nos va:
"El hombre es la medida de todas las cosas" que es como afirmar que lo que opina cada uno es la pura verdad y todo es bueno y malo al mismo tiempo.
En "Quevediano": "Ande yo caliente y ríase la gente"

La ética de máximos, la de la felicidad, no se puede exigir, pero podemos saber en que consiste: en unos ideales de vida buena, de sumar y no restar, de lealtad, honestidad y transparencia. La fidelidad no impuesta. La lealtad, espontánea. El desinterés nacido del conocimiento...En un sólo pensamiento, la victoria sobre nuestro pecado más terrible. La soberbia.Respecto a la montaña y su práctica: Cada persona hace exactamente la montaña que le da la gana y en el grado que estima conveniente y el vecino que "achante el mirlo" que con lo suyo, casi siempre tiene bastante Faltaría más. Lo que no es óbice para cuidar nuestro primer principio, el de conservación.

Siempre recuerdo a Paul Preuss en su artículo "Künstliche auxiliares auf Hochturen" casi un tratado filosófico sobre la escalada libre, donde Preuss deja meridianamente claros conceptos éticos que dejarían en pañales a más de un "teórico" actual del alpinismo. Describe en realidad varios principios basados en un axioma:

"El alpinista solo deberá afrontar las escaladas que se encuentran por debajo de su nivel más alto de competencia"
El teorema en cuestión dice más concretamente:

"Uno solo debe aspirar a ascender por dónde sea capaz de destrepar con seguridad"

Los otros son los siguientes:
"Las ayudas artificiales solo se justifican en situaciones de peligro repentino"


"El empleo de los pitones solo se hará en situaciones de emergencia y no como base del alpinismo"


"La cuerda facilita el ascenso pero nunca será el único medio de progresión"


"La seguridad ha de basarse en la capacidad del escalador, no en las ayudas artificiales"

Paul Preuss, El Caballero Solitario, falleció el tres de octubre de 1913: Se precipitó al vacío desde un tramo de VI grado en medio de una tormenta durante la escalada al espolón norte del Mandlkogel en los Alpes austriacos. Su cuerpo, fue rescatado once días más tarde bajo un manto de nieve fresca. La ruta que intentaba fue conseguida veinte años después.



.........................................Mandlkogel


El Caballero buscaba el Grial: Él, que está dentro y en cada uno de nosotros. Ergo, puestos a la labor, no me negaréis que los Picos de Europa no son mal sitio para perderse tras él.


...................Alfredo Íñiguez. 2007.

Etiquetas:

DE TRICOUNIS Y HOMBRES

Cuando el excelente alpinista británico Stephen Venables, ataviado impecablemente con su elegante -no lo dudes lector- traje de tweed, calzando sus no menos atractivas botas claveteadas de legítimo cuero español, y cubierto con el tradicional sombrero de fieltro que distinguía a todos y cada uno de los alpinistas del XIX, escalaba la ruta Whimper que recorre la bellísima -al menos, de lejos- arista Hörnli del Matterhorn para la magnífica película de la BBC “La Conquista del Cervino”, uno, que se tiene por un romántico empedernido, palidecía de pura, y también genuina, envidia española.Contaba el inglés lo bien que se encontraba equipado de aquella guisa, la resistencia y el buen abrigo que proporcionaba el tejido de Manchester y, lo que es más llamativo, el franco agarre que se obtenía con aquellas antiguallas picadas de clavos.Hay un par de cuestiones relacionadas con los súbditos de Su Graciosa Majestad que, por este orden, me merecen el máximo de los respetos: su pragmatismo alpinista y su concepto del fútbol. Por tanto, no dudo en absoluto de las palabras del buen escalador y documentalista del otro lado del Canal. Dicho esto, y puestos a reflexionar sobre el tema, de inmediato caemos en la cuenta de los brillantes e, incluso, sorprendentes resultados que, hasta bien entrado el siglo XX, los escaladores se sacaban de la manga con aquellos equipos.


Varappe, un término que ha pasado desapercibido en España, fue adoptado por el vocabulario alpino a partir de 1883 y, en algunos ambientes, definió durante muchos años –aún lo hace hoy día- la escalada en roca.Bénédict Horace de Saussure, tras haber visitado en su juventud el cañón de La Varappe, escribió: “Recuerdo las sensaciones que percibí al acariciar la roca y gozar de las vistas del Salève. ¿Acaso es Ginebra y su montaña el laboratorio del que va a nacer la conquista del Mont Blanc?”. En 1815, en la villa de Mornex, un grupo de científicos suizos funda la Academié Suisse des Sciences Naturelles, por cuyos ilustrados salones pasarían Linneo, Rousseau y el propio Saussure-Hijo-. A mediados de la centuria, Richard Wagner compondría en el mismo lugar su “Cabalgata de las Valkirias”, y, allá por 1892, aquel paisaje vería serpentear el primer ferrocarril cremallera de la historia.Un grupo de montañeros ginebrinos, de la región de Salève, tomaron por asalto las paredes rocosas de la garganta de La Varappe y sus acrobacias y arriesgadas maniobras pronto fueron de todos conocidas. Aquel grupo, que en el último tercio del XIX apenas contaba con quince aguerridos componentes, a fecha del inicio de la Gran Guerra generaba en la pequeña región más de cuarenta y dos asociaciones alpinas, un semillero del que surgieron maestros alpinistas de la clase de Lambert, Boulaz o Ditter. Los mismos que en 1953 entregarían en bandeja de plata la llave del Everest a la expedición triunfante de sir Jonh Hunt, tras haber rozado ellos mismos la gloria un año antes...




http://www.forospiedrasobrepiedra.com/smf/index.php?topic=3357.msg39032#msg39032




.......Alfredo íñiguez. 2007