L ANIVERSARIO DE LA VÍA RABADÁ/NAVARRO Pep, es un tipo tranquilo, metódico, coqueto, tremendamente educado y sin duda culto. Su conversación discurre pausada y agradable. Piensa lo que dice y analiza lo que piensa. De la generación que nacía a la vida cuando desaparecían Rabadá y Navarro en el Eiger. Por tanto, a efectos de alpinismo, es un “ochentero” de pura cepa: de los que conservan el estilo y las maneras. Incluso - no es el único - aún viste el pantalón blanco para escalar, como si fuera un homenaje a una época inolvidable, y a su propia juventud… Su mejor retrato: conversar con él.
A: ¿Cuándo empezaste a escalar? P- Con quince años en una zona que hay cerca de Barcelona que se llama El Figaró, también y sobre todo en Montserrat
A: ¿Y cuando basculaste a la Vega de Urriellu por vez primera?
- Pues, no me acuerdo si en el 79 o el 80 por primera vez…Aunque haciendo memoria creo que en el ochenta, con Felip Sandiumenge, un compañero de cordada con el que escalé el primer par de años de actividad un poco relevante. De aquella hicimos la Rabadá/Navarro, Murciana, Leiva…
A: Sabes que el año próximo se cumple el cincuenta aniversario de la Rabadá/Navarro y tú eres un asiduo en la “Tapia” ¿Qué significa para ti la cara oeste y la vía de los aragoneses en concreto?
P- Me resulta difícil de explicar. El Naranjo se ha convertido en mi segunda casa… La primera en muchos sentidos. Me gusta venir aquí, ver que sigue igual. No me gusta que pinten los caminos (como ha ocurrido en Montserrat y en tantos otros lugares), que cambien la montaña. Me gusta tener las sensaciones que tuve la primera vez. (Se ríe) Creo que es lo que buscamos todos y en lo sustancial creo que Picos mantienen bastante su espíritu, hasta los jitos… (vuelve a sonreír) porque si les dan una patada, los vuelves a hacer…
Sobre La vía Rabadá-Navarro, decirte que es la “ruta” por excelencia del Picu.. no me cansaría nunca de volver a escalar esta ruta…creo que la hice unas 9 o 10 veces…siempre es una experiencia especial, un nuevo compañero/a de escalada un día diferente, con sol, niebla o lluvia, en verano o en invierno, con compañeros o en solitario…recuerdo en especial la vez que la escalamos junto a mi amigo Joan Solé, en el invierno del 93, descendiendo por la sur con una gran nevada, de esas que ya te cuesta mas de 8 hrs llegar al refugio de Urriellu desde Sotres..
La Rabadá/Navarro al Picu es una de las rutas mas bellas que he escalado…Recuerdo que ese primer verano estuvimos escalando las otras rutas famosas de esta cordada (La del FIRE y norte del Puro en Riglos, así como la del Gallinero en Ordesa…) y tengo un gran y hermoso recuerdo de ese verano, repitiendo esas rutas y poniéndonos en la piel de esos escaladores, como haciendo un viaje en el tiempo…creo que lo que mas admiro de esa cordada, a parte de la increíble fantasía y creatividad eligiendo los itinerarios, era la pureza de las escaladas en cuanto a que no ponían demasiado hierro en la roca y los itinerarios quedaban con el material justo, cosa que hacia que, por lo menos en las primeras repeticiones las cordadas posteriores tuvieran sensaciones parecidas a los aperturistas..
Luego con el paso del tiempo y de las cordadas, se ha ido añadiendo material fijo a las rutas con lo que las rutas han cambiado mucho en algunos casos...Me hubiera gustado mucho conocerles, aunque cuando ellos murieron en el Eiger yo solo tenía 2 años... Sobre el 50 aniversario de la vía de al Oeste del Picu, me gustaría simplemente volver a escalarla una vez más…a ver si es posible y nos vemos por Urriellu.
A: Correcto Pep, recogido el guante. Por suerte has conocido muchos otros macizos en el mundo ¿Has encontrado en ellos parecidas sensaciones a las que te generan los Picos de Europa? P- Sí, pero así todo para mí los Picos son especiales, es la gente, el ambiente, necesitaría más tiempo para poder describir con precisión lo que realmente me inspira esta pregunta…En lugares como Yosemite he encontrado sensaciones parecidas, aunque la pureza, el primitivismo que aún se respira aquí… Mira, sentí mucho la marcha de Rosa, la pastora de la Terenosa, es una generación, un modo de vida que ya se diluye. Ocurre aquí y ocurre en el Nepal… Queramos o no la vida va evolucionando.
A: Tienes un gran historial en la Oeste ¿Guardas algún recuerdo especial de esas escaladas?
P- En realidad solo abrí una vía, Tramuntana. Podía haber abierto alguna más…Los ochenta fueron un poco conflictivos en ese aspecto. Todo el mundo quería abrir su vía, yo quería pasármelo bien y no meterme en follones. ¿Te acuerdas de Sevi? Yo lo conocía mucho, cuando estaba abriendo el Pilar del Cantábrico se quedó sin compañero, me preguntó si quería acompañarle, y la verdad, no me apetecía meterme en un “berenjenal” de esos…Aquel año había venido con Jesús Gálvez y voy y le digo al Sevi: Ven que te voy a presentar a un compañero. Se lo presenté (risas) y abrieron la vía. Con la Revelación paso lo mismo, venía con Jesús para abrirla y con los Murcianos saltaron un poquito las “chispas”.
El refugio era la décima parte del actual, dormíamos ochenta tíos, hasta debajo de las mesas…El Tito pegando gritos…no se como no nos matábamos…Es una pena no tener algún vídeo de esas movidas. Yo era un chavalín y no quería meterme en líos, pero era divertido. De la saga de los murcianos me llevaba muy bien con el pequeño, con Javi, le vigilaban para que no fumara porros pero se escapaba con nosotros…Aquí cada año hay anécdotas, todo el mundo pasa por aquí. Es un punto de referencia.
A: ¿Y el resto de los Picos de Europa? ¿Has llegado a conocerlos? ¿La Peña Santa?
P- Sí. Recuerdo que Pedro Udaondo- escalé con él todo lo que pude- siempre me decía: Tenemos que ir a Peña Santa. La pena es que al final no fui con él. Fui con Luis Gómez, mi gran amigo de Madrid, durante un par de veranos, repetimos varias vías y también abrimos una ruta que le dedicamos a Pedro (vía Aitite). Me fascinó por lo salvaje que se conserva. Espero que no construyan ningún refugio. Sé que es más duro vivaquear, pero es el precio que hay que pagar por no alterar a la montaña. Los trazados en la Peña Santa son excepcionales, por la roca, la calidad, el ambiente, puedes hacer encadenamientos, hay sitio para nuevas rutas, Peña Santa es especial.
A: Una pregunta capciosa. ¿Qué esperas del futuro?
P- (Riéndose) ¿De mi futuro?
A: Sí, bueno, y del de todos…
- Ja, ja…Seguir escalando. Vivimos en el rincón más privilegiado del planeta. Además, tengo un trabajo estupendo. Seguir disfrutando de la vida. En cuanto a la dificultad, la que me apetezca, en el momento que me apetezca y con la gente que me apetezca. Por lo demás, a no retocar mucho la montaña. No meter muchos hierros en la montaña. Me pone enfermo ver como de la noche a la mañana aparece una ferrata con doscientos kilos de hierro más de los que hayamos podido meter tú y yo en treinta años, se hace con la disculpa de atraer la gente a la montaña y el argumento de que todo el mundo tiene derecho.
Tienen derecho, de acuerdo, y en nuestra generación hemos cometido errores, pero entiendo que yo no me dedico a cosas para las que carezco de actitudes, porque no puedo hacerlo, ni pretendo que aumenten las presas de una vía para que pueda escalarla. Seguro que alguien me tacha de nazi, pero he conocido montañas, Pedraforca, Montserrat, el propio Picu hace ya muchos años, y es una pena ver como lo alteramos todo, como a toda costa hay que dejar señal de nuestro paso. Nos olvidamos de los que vienen detrás.
El secreto está en que nuestra vanidad o el reconocimiento que en mayor o menor medida a todos nos gusta cuando hacemos una actividad y nos dicen ¡Qué bien lo has hecho chaval! no nos ciegue, y seamos conscientes de que los que vengan dentro de cincuenta años sí que tienen derecho a tener sensaciones parecidas a las que nosotros pudimos disfrutar, con la niebla, con los agentes meteorológicos que aún no hemos podido cambiar. Conservar la roca y el entorno sin hierros, cruces, vírgenes, placas de muertos, banderas…
La montaña es naturaleza. Para mí, si existe un dios es la naturaleza.
Entrevista realizada en la Vega de Urriello, septiembre 2011 por A. Íñiguez
Fotos: JOAN SOLÉ (Invierno del 93 en la Rabadá/Navarro)