LA MONTAÑA RESPLANDECIENTE
Información y Fotos Stefano Lovison
http://www.fuorivia.com/forum/viewtopic.php?f=25&t=11153&hilit=changabang
Una novela posee magia cuando concita equilibrio en sus páginas. Ésta, la detenta a espuertas. Desde el comienzo entrecomillado hasta el final rematado con esta última la frase lapidaria “Aquella mañana volví a la oficina” que extrañamente, o no, siempre me ha recordado al cervantino terceto:
“Y luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miro al soslayo, fuese, y no hubo nada”
La narración posee garra y pasión, aunque quizás su mayor acierto es la inteligencia- sin duda la misma que adornaba su persona y la de su compañero Joe- con la que Boardman describe las situaciones en un lenguaje directo, sin tapujos:
Remata de la siguiente manera una espléndida descripción de una estación india de ferrocarril saturada de fluidos y olores:
”Si el infierno es así, debe ser bastante interesante. Dijo Joe”
O esta anciana, casi vemos la escena de lo bien dibujada que está
“Al lado del torrente había una anciana con un anillo tan enorme en la nariz que tenía que sujetárselo al gorro con un imperdible.Le pregunté si le importaba que le hiciera una fotografía. No lo quería y además parecía enfadada. El occidental siempre cree que tiene que poseerlo todo, aunque sólo sea en una imagen de celuloide”
“-Será mejor que me lave y me ponga unos calzoncillos limpios para ir a la cima- dijo Joe-Nunca se sabe que puede pasar.
-Podía atropellarte un autobús.”
Otro rasgo de carácter de la novela es el finísimo humor que destila de principio a fin.
Desde el punto de vista de la actividad, alucinantes veinte y cinco días de ascensión, el relato es impactante. La calidad de la misma, su dificultad y el estilo empleado por este par de genios hará feliz no solo a cualquier aficionado a nuestro deporte, sino a lectores alejados del mismo. Es más, es de las novelas de montaña que podéis prestar a cualquier amigo neófito en nuestras lides, si queréis verle atrapado para siempre en las redes del alpinismo.
En primer término el Kalanka a la derecha el Changabang y el perfil de la arista oeste
La historia del Changabang es muy reciente. El Garwal estuvo cerrado a cal y canto para el alpinismo durante un largo periodo, hasta el año 1974. La primera expedición que se dirigió a la montaña estaba capitaneada por Chris Bonington, su objetivo: La cara oeste. Las condiciones patagónicas y el aspecto de la pared dan al traste con aquel intento. Una frase de Martin Boysen lo dice todo "Creo que estamos en la vertiente equivocada de la montaña". Sobre la marcha varían el objetivo, ganan el collado Shipton y el glaciar Changabang.
Desde el que acceden al coll que con el Kalanka Peak forma la montaña, continúan por la arista este alcanzando por vez primera la magnífica cumbre.
I.-Bonington 1974
II-Japonesa
III-Boardman/Tasker.
En otoño de 1976 Boadman y Tasker realizan una de las escaladas más bellas de todos los tiempos al recorrer el flanco izquierdo de la pared oeste. La medida exacta de su realización la tenemos simplemente al comparar el estilo con que el 14 de julio del mismo año una expedición japonesa alcanza la cima por el lado derecho de la oeste. Los nipones emplearon treinta y tres días, 2500 m de cuerda fija para 66 largos de cuerda, 420 pitones, 120 de expansión, frente a la escalada en cápsula de los británicos sin ningún expansivo, utilizando uñas y ganchos en los tramos de A3 y forzando pasos en libre de V y VI grado, todo ello con un presupuesto de 1400 libras.
I- Boardman /Tasker
II-Cresta final de la Japonesa.
Prácticamente al tiempo, otra cordada británica escalaba la pared suroeste de 1700 m en estilo alpino, la componían: Leer I, Clark, Duff, Roberts y Rogers.
CARA SUR
I- Italianos 1981. Renato Lingua, Ugo Manera, Lino Castiglia, Isidoro Meneghin, Claudio Sant’Unione, Pietro Crivellaro, Alessandro Zuccon, Roberto Bonis
II- Wojciech Kurtyka, Krzysztof Zurek, Alex MacIntyre y John Porter, 1978
III- Read, Clark, Duff, Roberts y Rogers, 1976
IV- Bonington , 1974
En 1978 las locomotoras polacas Wojciech Kurtyka y Krzysztof Zurek se enganchaban a las máquinas inglesas Alex MacIntyre y John Porter. Esta combinación de poderío alpinista conseguiría otra de las realizaciones más celebradas de todos los tiempos. Equipan las seis primeras tiradas antes de que un temporal les haga batirse en retirada, retornan a la pared y tras ocho días de escalada con dificultades de sexto grado/ A3 se apuntan una verdadera línea mágica.
Tres años después les toca el turno a los transalpinos Ugo Manera, Lino Castilla, Isidoro Meneghin, Claudio Sant'Unione, Crivellaro Pietro, Alessandro Zuccon y Roberto Bonis.
Los turineses remontan al collado de los italianos cincuenta m por debajo de la cota 6000 y a través de un afilado pilar se unen a la vía japonesa trescientos m antes de la cumbre que pisan Manera y Castiglia el 18 de octubre del ochenta y uno.
............................Ugo Manera
La ruta italiana discurre por dificultades en libre de V/V+ A2 y tramos helados de hasta 80º
I- Cave and Brendan Murphy, Mick Fowler and Steve Sustad, 1997
II- Clyma, Payne, Murphy, Perkins, 1996
III- Mariev, Pasha, A. Volkov, I. Dusharin, y C. Buhler, 1998
Julie-Ann Clyma, Brendan Murphy, Roger Payne y Andy Perkins trazan la primera tentativa de la cara norte en 1996, tras siete días de escalada se desata el temporal y optan por la retirada.
Al año siguiente Andy Cueva, Brendan Murphy, Mick Fowler y Steve Sustad retornan a la pared y consiguen la primera ascensión de la cara norte, empañada sin duda por la desaparición de Brendan Murphy, barrido por los aludes cuando atravesaba un tramo mixto de cien metros y unos 70º de inclinación.
En el 98 otro magnífico equipo compuesto por Iván Dusharin, Andrei Volkov, Pasha Shabalin e Carlos Buhler trazan en 6b / A4 y tramos de mixto verticales durante 35 tiradas para más de kilómetro y medio de ascensión, una ruta para el siglo XXI.
El Garwal posee una magia especial y concita en sus montañas, paredes y vías apasionantes historias de alpinismo.
El año pasado los japoneses Fumitaka Ichimura, Yusuke Sato y Kazuaki Amano trazaron en el frontón norte del Kalanka otra gran ruta que amplia la leyenda. Actividad ganadora del piolet de oro asiático, está propuesta para el occidental de este mismo año.
Bushido 2008
Ojalá estas montañas conserven este espíritu por muchos años.
...........................Alfredo Íñiguez....... Marzo 2009
Etiquetas: Alpinismo, Historia., Literatura
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