“ No puede haber mayor satisfacción para el investigador que el descubrimiento de un dato nuevo relacionado con el objeto de sus estudios.”
............................................................................Dibujo: PEPE GARCÍA.
Durante los últimos cien años el Urriellu, el Naranjo de Bulnes, el Picu ha concitado en España la atención de todas las generaciones de montañeros, escaladores o no.El respeto que imponen sus paredes y las vías que las surcan, la calidad de su roca y el extraordinario marco geológico que envuelve al monolito ha cautivado a los alpinistas y visitantes de todas las naciones, en especial a nuestros vecinos del arco alpino a los que hace lustros que ya no sorprende su existencia y su liderazgo en el alpinismo español de dificultad.Pero antes que las potentes cordadas de allende el Pirineo lo conocieran y reconocieran, antes incluso que el Picu fuera la revalida o el cum laude para cualquier escalador hispano, hubo un primer alpinista y hace unos pocos años la barrera emotiva del siglo fue traspasada. Cien años de pasión y emoción por una montaña quedan atrás, una historia maravillosa de alegrías y sufrimientos de triunfos y tragedias en suma, que parten de aquel 1 de octubre de 1906, fecha histórica, donde el doctor Schulze inicia a la vera del Cantábrico, la singladura del alpinismo en España.Ni estamos locos, ni nos olvidamos de la primera al Urriellu. Nunca. Sin Pidal no hubiera habido ascensión y sin el Cainejo no existiría la vía.Solo afirmamos que la motivación estrictamente deportiva, el apasionamiento por hollar una cima por simple enamoramiento, en esencia, el montañismo amateur tradicional en lo que a la escalada se refiere, es puesto en practica por primera vez en nuestro país por este notabilísimo geólogo que no pudo ni quiso sustraerse a la llamada de la montaña, de esos Picos de Europa que llevaría en su corazón el resto de sus días.De su escalada al Picu, venerada tanto por su belleza como por el arrojo que D. Gustavo derrochó al realizarla poco podemos decir salvo admirarla y los que tengamos la suerte, repetirla, disfrutarla como el monumento que es a la clásica alpina. Pero unos días antes de ascender al Urriellu este extraordinario personaje había surcado el Tiro Tirso…Tras el maravilloso día que nos fue regalado durante el recorrido por la Mariano Express por parte de Quique y un servidor, las temperaturas descendieron notablemente y unos días de nieblas, desapacibles y gélidos tomaron las alturas de Cabaña Verónica. Durante mi estancia en el mes de agosto en el refugio, le había planteado a Enrique la posibilidad de una exploración de la pared sur del Tiro Tirso, cuestión esta que le fascinó y a la cual se apuntó encantado.
A las nueve y media del sábado 27, partimos en dirección a los Tiros de Casares, rebasamos la collada rumbo a la Horcada Ancha a remontar el Hoyo los Lagos.
Por un terreno virgen, absolutamente inmaculado, apenas alguna traza de los rebecos por esa pedrera primigenia. Se nos hizo ciertamente duro remontarla y a la vez fue emocionante imaginar al Doctor Schulze pisar las mismas piedras, probablemente a la misma hora, otro día de septiembre, 102 años atrás. Días más tarde, en Gijón ,a uno se le erizaba el cabello observando la siguiente foto que el eminente geólogo había obtenido el siglo anterior.
El primer cigarrillo del día me lo suelo echar en la ventana- Sabiamente, Chelo: mi esposa, no me deja fumar en casa- a eso de las siete y media de la mañana después de un café a pelo.Ocurre, que un personaje impecablemente trajeado, de una estatura que rondará el uno noventa y con unas espaldas de estibador del Musel pasa ante mis ojos cuatro alturas más abajo. Lleva colgada una cartera de ordenador a juego con su humanidad y conduce una silla de niño. El infante rondará los diez y ocho meses. A su lado caminan dos chiquillas encantadoras y un tercer lebrerillo que andará por los cinco años y supongo será el primogénito.No puedo evitar sonreír cuando los veo y los oigo. A su vera, pareciera crearse un círculo de paz y equilibrio que alcanza al menos los doscientos metros que tardan en desaparecer de mis ojos por una esquina de mi calle.Para los que no le conozcáis, un efecto parecido causa El Quique a su rededor.
...................................................................Quique
Y alcanzamos la pretendida vira. Desde abajo da la impresión de ser una cornisa franca. De cornisa franca, nada. Una estrecha vira, con la roca en mal estado por la que hay que negociar con mil precauciones, subiendo y bajando, buscando los pasos más sencillos y en la que con empotradores y friends es francamente dificil asegurar.Evidentemente, sacamos la primera cuerda del macuto...
Hasta alcanzar el filo rocoso que desciende de la cumbre. Mas tarde, filo arriba, una chimenea de unos cinco metros avanza sobre una hendidura que acaba en una vira de unos diez metros. Este pasaje que estimamos Schulze relata como dificil y peligroso es en nuestra opinion de IV+/V. Y como el propio doctor cita desploma en su parte más técnica.En la siguiente fotografía no se aprecia la verticalidad real del pasaje, al estar nuestra reunión situada sesgada y atrás sobre la vertical pero al observador avezado no le resultará dificil imaginarlo tal y como es en realidad.
Reunión sobre la vira. El Maestro dice que conduce a un diminuto contrafuerte, así lo estimamos nosotros al recorrerla."Y en medio de la cual un grueso peñasco obstruye el paso. Es preciso remontar ese peñasco..."
Nosotros, evitamos pasar bajo el bloque. Lo hicimos por su derecha. La roca, tétrica.
" Mas lejos, dos hendiduras estrechisimas,sobre la pared cortada a pico- momento más dificil de la ascensión..."
En lo que creemos es este paso, nos encontramos esta reliquia fruto de alguna ascensión que por el material y el estado estimamos en los sesenta o principios de los setenta.Mírame y no me toques.
"......Al comienzo del canalizo no se encuentra dificultad alguna ; pero pronto hay que salvar unos resaltes muy pequeños, precisamente dónde la muralla es más vertical y escalofriante..."
"Se sale del canalizo por la izquierda y se alcanza la cresta final y la cumbre por rocas fáciles..."
Pretender que no nos asalte ninguna duda sobre el trazado de la ruta del Maestro, sería un gran pecado de soberbia por nuestra parte, aunque en honor a la verdad, nos hemos encontrado con grandes coincidencias en la descripción del itinerario.A pesar de ello y por ello, Elisa Villa está ya a la labor de intentar traducir con la mayor precisión posible los cuadernos que refieren la ascensión y el proximo año intentaremos finiquitar la cuestión de manera definitiva.Quizá la ruta no sea ni tan compacta, ni tan dificil como la trazada por él en el Picu, pero sin ninguna duda es más expuesta y peligrosa en el aspecto del estado de la roca, máxime, para una ascensión en solitario como la que nos regaló este hombre inmenso, a todos los que amamos los Picos.Kike y yo flipamos en toda regla imaginándolo cruzando esos pasajes. Y aún nos divertimos a lo grande por el otro regalo "la Schulze" en descenso.
Reitero, inmenso Gustavo Schulze.
......................................Alfredo Íñiguez 2008
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